miércoles, 10 de mayo de 2017

Rosa Parks y el SITRAMSS en San Salvador


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Rosa Parks y Martin Luther King al fondo

El 1 de diciembre de 1955 Rosa Parks fue arrestada por negarse a abandonar su asiento en el autobús en los tiempos de la segregación racial en EEUU. Este hecho dio impulso fuerte a la lucha noviolenta lidereada por Martin Luther King a favor de los derechos civiles de la población afroamericana.
Rosa venía de trabajar. No estaba más cansada de lo normal, pero estaba cansada del desprecio que se hacía a su pueblo convirtiéndole en ciudadanos de segunda clase. Cuando la policía llegó a arrestarle (“la ley es la ley” le dijo el policía), Rosa recuerda que le dijo: Why do you push us around?. Sabía, sin embargo, que sería la última vez que viajaría en condiciones humillantes.
Sólo una mentalidad clasista no ve la necesidad de conceder el derecho de la clase trabajadora y de la gente en general a disponer de un sistema de transporte digno. Claro, también están las mentalidades ideologizadas que se oponen a este y proyectos similares, pero en tanto ideologizadas, no tienen argumentos sólidos. La mentalidad clasista, segregacionista, excluyente encontrará los argumentos jurídicos o políticos o culturales para impedir que la población goce de sus derechos (todos, no sólo parte de ellos, sino sólo como enunciados jurídicos políticamente correctos).
Durante décadas en el sistema de transporte ha prevalecido el despilfarro a través de los subsidios (como típicos empresarios se dicen siempre en números rojos), ha tocado aguantar a motoristas prepotentes y desprovistos de la mínima cortesía con los usuarios. Buses, busetas y microbuses en condiciones deplorables y sobrecargados… es decir, no hemos contado con un sistema digno de transporte.
Esto no es accidental. En la sociedad salvadoreña han prevalecido dos mundos. Los que acceden a un sistema de salud privado porque pueden pagarlo (o se los paga el estado) y los que acceden precariamente a un sistema público. Los que acceden a una educación de calidad, porque pueden pagarla y los que les tocan contentarse con un sistema público mezquino. Los que salen bien librados del sistema judicial por delitos de millones, porque pueden pagarlo, y los que terminan encarcelados por robar una botella de vodka… y en esa línea, los que gozan de las prerrogativas de un transporte (privado) porque pueden pagarlo y los que están condenados a gastar su tiempo, energías en un sistema público irrespetuoso del usuario.
El SITRAMSS, con todo y sus problemas que deberían resolverse, es (todavía) la oportunidad para dignificar la condición de la población con un sistema de transporte confortable, rápido y seguro. Y sin embargo, sorprendentemente, parecen haber fuerzas empeñadas en impedir que exista.
Rosa Parks comenzó a poner fin a la segregación racial (a la diferenciación de clases y grupos en la sociedad) cuando se opuso a renunciar a condiciones dignas en el transporte que la sociedad y la ley le requería. Necesitamos Rosa Parks en El Salvador.
(Foto El Diario de Hoy)

 Contribución de Patricio Schweinsteiger Solis (p.schweinsteiger.solis@gmail.com)

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