viernes, 30 de diciembre de 2016

Construcción de paz: perspectivas



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El Cuarto Estado (Giuseppe Pelizza da Volpedo)

El punto de partida

Si partimos de la paz como relaciones justas de cooperación (A. Curle) y los tres elementos claves de cultura de paz (UNESCO), podemos enumerar algunos retos clave que tipifican la realidad nacional en términos de la problemática de la paz y la violencia.

1. La nuestra es una sociedad polarizada
2. Problema crónico de la violencia, vinculación con mecanismos subjetivos y estructurales que han hecho de la violencia un modo de responder como mecanismos de procuración de justicia para ganarse respeto, un respeto que no se ha tenido.
3.      Configura una cultura de la violencia que asume que la mejor manera de resolver la conflictividad es por medio de la violencia, dejando de lado los mecanismos de diálogo.
En términos inmediatos, la vorágine de la violencia nos presenta la necesidad de:

1. Buscar alternativas eficaces al abordaje de la violencia (no sólo de la delincuencia)
2.  Desarrollar medidas que garanticen una mejora en la percepción de la seguridad de parte de la población
3.  Des-estigmatizar ideas, instrumentos y personas que permitan la discusión de la problemática nacional y territorial
En términos de largo plazo, partiendo de la problemática antes enumerada, podemos situarnos en la perspectiva de:

1. Construir una sociedad menos polarizada, más abierta a las diferencias y la diversidad
2. Fortalecer el desarrollo de estrategias efectivas para la  prevención de la violencia
3. Contribuir con la construcción de mecanismos propios de la cultura de paz abordando los conflictos desde la raíz, ayudando a renunciar a la violencia y promoviendo el diálogo.


¿Qué hacer?

Podemos determinar tres tareas estratégicas a partir de la situación identificada, pensando al mismo tiempo en el corto y largo plazo entendiendo que se intenta dar respuesta a las urgencias, pero también impulsar acciones cuyo efectos no son inmediatos o bien su impacto está encadenado a otras acciones y acontecimientos.

Tres áreas han sido delimitadas (sin ánimo de ser exhaustivos):

a.  Impulsar diálogo en diversos niveles y ámbitos como medida fundamental de construcción de cultura de paz y mecanismo de fortalecimiento de procesos en términos de sostenibilidad y medida de despolarización
b.  El fortalecimiento de una experiencia territorial de prevención de la violencia y construcción de paz (a veces separamos las cosas) teniendo en cuenta tres taras:
     (a)   limitada comprensión de la violencia para prevenirla efectivamente (se suele implementar por ejemplo programas deportivos bajo el supuesto que ocio es causa de la violencia)
     (b)   Débil coordinación e integración territorial entre actores territoriales que disminuye el impacto de la acción
     (c)    Indicadores idóneos para cotejar los procesos de transformación
c. El fortalecimiento de los espacios comunitarios y sus actores locales que garantice la efectiva participación en la búsqueda de soluciones a sus problemas inmediatos y estratégicos.

Contribución de Patricio Schweinsteiger Solis (p.schweinsteiger.solis@gmail.com)